Mi Cosmovisión

Creo firmemente que Dios tiene un papel fundamental en mi vida. Él es mi Creador, quien me dio los dones y habilidades que tengo, y todo lo que soy se lo debo a Él. Vivo con el propósito de hablar de su gran amor y reflejarlo en todo lo que hago.

Desde mi visión del mundo, el ser humano fue creado para vivir en comunión con Dios. Sin embargo, desde la caída de Adán y Eva, perdimos esa santidad original. A lo largo de la historia, el ser humano ha intentado por sus propios medios volver a ser como Dios, pero esa no es nuestra tarea. Más bien, es Dios quien, por amor, nos busca cada día con el deseo de restaurar nuestra relación con Él y llevarnos de nuevo a su presencia.

Mi papel en este mundo es claro: predicar el Evangelio y compartir el mensaje de salvación. Anhelo que más personas conozcan que Cristo viene por segunda vez para llevarnos con Él y transformarnos completamente. Por eso, me esfuerzo cada día por ser un canal de bendición, usando todo lo que tengo y soy para que otros conozcan a Jesús. Mis decisiones están guiadas por principios cristianos sólidos. No me dejo llevar por las emociones, porque sé que el corazón puede ser engañoso. En cambio, mis principios están basados en la Palabra de Dios. El sábado como día de descanso, la obediencia, el respeto, la honestidad y, en general, los Diez Mandamientos, son los pilares que guían mi forma de vivir.

Reconozco que el sufrimiento y el mal son parte de este mundo debido al pecado, pero lejos de alejarme de Dios, estos desafíos me motivan a buscarlo con más intensidad cada día. Veo en las dificultades una oportunidad para fortalecer mi fe y depender más de Él. Mi propósito personal es ser un ejemplo de Cristo en cada lugar donde me encuentre. Deseo que, a través de mi vida, otros puedan ver el amor de Dios reflejado. Anhelo vivir un servicio abnegado, sirviendo a la sociedad con integridad, compromiso y pasión, guiado siempre por el deseo de honrar a Dios.

Todo esto se ve reflejado en mi día a día

Tiempo

Recreación

Finanzas

Familia

  • Busco administrarlo con sabiduría, estableciendo prioridades que me permitan ser productivo sin dejar de lado lo verdaderamente importante.
  • Me gusta recrearme de manera sana, disfrutando del arte, la cultura y los momentos de descanso. Creo que la recreación también honra a Dios cuando renueva nuestras fuerzas y nos permite compartir alegría con los demás.
  • Practico la responsabilidad, procurando ser generoso, ordenado y consciente de que todo lo que tengo proviene de Dios.
  • La familia es un regalo invaluable que Dios me ha dado, por eso procuro pasar tiempo con ellos, fortalecer los lazos de amor y apoyarles en lo que necesiten.

Reflexión

Durante mis primeros dos semestres universitarios, mi cosmovisión cristiana ha sido una base firme para cada decisión y desafío. Creo que Dios es quien me ha dado propósito, talentos y dirección. Esta fe me impulsa a vivir con integridad, perseverancia y amor hacia los demás, reflejando el carácter de Cristo en cada ambiente. Incluso en momentos difíciles, he encontrado fuerza en Dios, quien me sostiene y guía.

“Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo.” (Colosenses 3:23)

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