Sobre mí
Los éxitos más importantes se consiguen cuando existe la posibilidad de fracasar
– Mark Zuckerberg.
Autobiografía
Mi nombre es Araceli Jiménez Pérez. Nací el 9 de marzo de 2004 en Oxolotán, Tacotalpa, Tabasco. Aunque nací fuera de la ciudad, pasé toda mi infancia en Villahermosa, Tabasco.
Mi familia está compuesta por mi madre, Marvin Araceli Pérez Martínez; mi padre, Israel Jiménez Montero; mis hermanas, Berenice Jiménez Pérez y Gabriela Jiménez Pérez; y una servidora. Ellos han sido un pilar fundamental en mi vida, guiándome en cada etapa de mi crecimiento.
Desde pequeña he sido una persona curiosa, con un gran deseo de aprender cosas nuevas. Una de mis pasiones más grandes ha sido la lectura, especialmente de libros de biografías. En mis tiempos libres disfrutaba conocer la vida de personajes que marcaron la historia en áreas como el arte, la salud, la ingeniería y la literatura. Entre mis figuras favoritas se encuentran Vincent van Gogh, Louisa May Alcott, Florence Nightingale y Henry Ford. Estas historias despertaron en mí el deseo de superarme y soñar con dejar también una huella positiva en el mundo.
Aunque al principio no me agradaba asistir a la escuela, gracias a la paciencia y amor de mi mamá desarrollé una pasión genuina por el estudio. Con el tiempo, me convertí en una alumna destacada en todas las escuelas donde cursé mis estudios, participando en competencias de conocimiento, pintura y marcha.
Mis padres siempre fueron estrictos en el ámbito académico, lo que me llevó a tener pocos amigos durante la adolescencia, ya que dedicaba gran parte de mis fines de semana a clases extracurriculares. Uno de los momentos más relevantes en mi vida fue la elección de la universidad. Inicialmente, no planeaba estudiar en la Universidad de Montemorelos (UM), pues tenía en mente otras opciones. No obstante, conocí las universidades adventistas gracias a un colportor que llegó a mi casa, y fue entonces cuando nació mi interés por la UM.
Aunque mis padres no estaban de acuerdo con mi decisión, me sentí atraída principalmente por el ambiente espiritual de la universidad. A pesar de no haber crecido en la Iglesia Adventista, mi madre nos enseñó a conocer a Dios a través de la Biblia y nos acercaba libros de colportaje que fortalecieron nuestra fe. Más adelante, mis hermanas y yo decidimos integrarnos a la Iglesia Adventista.
Durante una campaña juvenil de la iglesia, recibí un folleto sobre la importancia de elegir sabiamente una universidad, lo que reforzó mi decisión. Trabajé como colportora para financiar mis estudios en la UM. Comencé mi formación universitaria en la carrera de Sistemas Computacionales, pero después de dos años decidí cambiarme a Ingeniería en Electrónica, donde descubrí una mayor afinidad y pasión por mi futuro profesional.
Hoy, creo firmemente que no hice una mala elección al escoger la UM, ya que me ha enseñado a ser más humana, sirviendo a los demás con los dones y talentos que Dios me dio. Además, he tenido la bendición de hacer muchos amigos que me acercan a Dios, amigos que siempre están allí cuando los necesito, así como yo también estoy para ellos cuando me requieren.
Sigo adelante con mis estudios, con la convicción de que cada paso ha sido guiado por Dios y que cada experiencia ha fortalecido mi crecimiento personal y profesional.
Extras
Verde
- Escuchar música
- Leer
- Jugar Fútbol
- Jardín de niños Esperanza Iris
- Escuela Primaria Benito Fentanez Lavalle
- Escuela Secundaria Técnica Carlos Pellicer Cámara
- Centro de Bachillerato Tecnológico, Industrial y de Servicio 163
- Beisblo
- Fútbol
- Tenis
Metas
- Aprender un idioma
- Viajar a otro estado
- Solidar mi relación con Dios
- Terminar mi carrera universitaria
- Viajar al extranjero
- Aprender lengua de seña mexicana
- Trabajar para una compañía de Autos
- Tener una familia que sea feliz aunque no sea perfecta
- Ayudar a jovenes con sus estudios.
- Tener una empresa